Me decían puerquita hasta que me vi en un espejo

Mi nombre es Valeria y por primera vez contaré mi historia.

Esta historia parte de cuando yo sentía que mi vida no servía para nada y no tenía ningún sentido. Este fustrante y agonizante sentimiento fue ocasionado y alimentado por personas que me insultaban de manera constante.

Me gritaban que era una gorda, me decían que estaba fea, alegaban razones (aparentemente lógicas) para concluir que no servia para nada e, incluso, recibí fuertes golpes físicos. Todo esto porque, según ellos, yo era una puerquita.

Schoolgirl crying on background of teasing classmates

Yo me creí todos estos insultos y atropellamientos hacia mi persona. Pensé que todo era verdad y que me lo merecía; que no valía para nada. Con el tiempo mi autoestima era algo que no existía, nada me hacía feliz, sentía que era la persona más fea del mundo.

Sin embargo, un día, un poco dudosa, decidí pedir ayuda y mirar las cosas desde un prisma distinto. Gracias a esto comprendí que debo amarme tal y como soy. Que mis defectos y virtudes me hacen especial y sólo dentro de mi podré encontrar la verdadera felicidad.

Esto se los cuento para que no pasen por lo mismo y, en caso de que se sientan igual, sepan que el secreto de la felicidad esta en amarse tal y como son.

En el camino de la vida siempre vamos a encontrar personas que nos quiera hacer daño pero, sin importar que digan, sí tú sabes lo que eres y lo que haces nada de eso importa.

Cuando te levantes, todas las mañanas, todos los días de la semana, mírate al espero y recuérdate (en voz alta) lo hermosa que eres, tus cualidades y tus virtudes.

Nunca dejes que algún comentario te haga daño. ❤