Por lo general, cuando se busca una máscara de pestañas, la mejor opción es el color negro, ya que hace que las pestañas parezcan más gruesas y largas. Sin embargo, si tus pestañas son rubias o rojizas, es mejor que optes por una máscara marrón.
Este producto y las mujeres tienen una relación de amor-odio. Es imposible prescindir de ellas, sin embargo, sigue haciéndonos infelices, aunque la usemos todos los días. Esto se debe a simples errores triviales. Existen varias técnicas para evitar que la máscara de pestañas acabe manchando los párpados, veamos cuáles son.
Aplicar la máscara de pestañas de manera correcta para evitar que se corra
En primer lugar, para tener un control total de la situación. Es decir, debes colocarte delante de un espejo y empieza a peinar tus pestañas con su respectivo peine. Empieza con un movimiento ascendente. A continuación, utiliza el rizador de pestañas para que estas queden más arqueadas.
Elimina los residuos que se forman en el extremo de la brocha, antes de ir directo a aplicarte el producto. Para aplicar la máscara de pestañas, puedes utilizar el dedo índice de la mano para levantar el párpado con dos dedos hacia arriba, cepillando con un movimiento en zigzag desde la base de las pestañas hasta la punta.
Un consejo muy útil es aplicar la máscara de pestañas con la cabeza inclinada hacia atrás. En esta posición las pestañas están más alejadas del párpado. Esta técnica, aunque no resulta muy práctica, es la forma más fácil de no dejar manchas negras en las comisuras de los ojos.
Asegúrate de tener siempre a mano unos bastoncillos de algodón, ya que su pequeño tamaño te permite limpiar incluso las manchas más pequeñas, sin tener que desmaquillarte. Para un efecto más suave, puedes utilizar leche limpiadora o humedecer los bastoncillos de algodón con una pequeña cantidad de aceite de almendras.