Al no lavar tu rostro antes de dormir, promueves que las bacterias del día se acumulen. Imagina toda la suciedad de la calle, el polvo, la contaminación y, por supuesto, el maquillaje reposando en tu rostro durante toda la noche.

Por una sola noche en tu vida en la que duermes con maquillaje, es casi un hecho que no vas a sufrir ninguna consecuencia en cuanto a signos de envejecimiento –aunque sí existe la posibilidad padecer un poco de resequedad y/o alergias causadas por los pigmentos en tu piel en días posteriores al evento.
Si aquellos días contados pasan de ser uno o dos al año para convertirse en un par al mes o incluso a la semana, tenemos la mala noticia de que lo más probable es que sufras de arrugas y líneas de expresión a temprana edad, además de otras consecuencias como manchas, acné, resequedad e impurezas, y no hablamos a largo plazo, sino prácticamente de forma instantánea, en el caso de las impurezas, y a mediano plazo, en el caso del envejecimiento prematuro.

¿Qué es lo que hace tan antagónico al maquillaje durante la noche? Tanto las bases como las máscaras para pestañas, los polvos, las sombras y prácticamente cualquier tipo de maquillaje evita que las células de la piel se regeneren durante la noche y que los poros no respiren, lo que finalmente deriva en una piel reseca y mucho más propensa a padecer envejecimiento prematuro.
