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En esta oportunidad hablaremos de las cejas anchas, y es que la forma de las cejas, tal como el modo de peinarse, vestirse y maquillarse, se encuentra en constante renovación y cambio.

Hace aproximadamente 10 años atrás las cejas finas eran la tendencia de la época, y muchas mujeres las tatuaban con una tonalidad bastante oscura para estar más en sintonía con aquello que estaba de moda para la época.

Hoy pensamos en ese estilo, y la verdad no se nos pasa por la mente volver a ese tipo de look, ya que actualmente la tendencia es totalmente lo contrario, y una de las herramientas que hoy en día se utiliza para revertir el look del pasado es el microblading.

¿Qué es el microblading?

El microblading es una técnica que consiste en crear trazos de color en la piel por medio de incisiones superficiales que son realizadas por medio de micro-navajas. Este tipo de líneas tienen la función de simular vellos con la intención de rellenar los espacios disparejos de las cejas y hacerlas más anchas y naturales.

Elementos a tener en cuenta

Cómo todo tratamiento que es mínimamente invasivo, el microblading tiene algunos riesgos que se encuentran relacionados la mayoría de las veces con la poca experiencia de la persona que lo realiza, algunos de estos son los siguientes:

  • Incisión. Si la incisión es muy profunda, la piel puede llegar a sangrar en mayor cantidad que lo habitual y el área pudiese llegar a infectarse.
  • Simetría. Pudiese existir una mala simetría que traiga como resultado final, unas cejas poco parejas.
  • Selección del tono. Si no se realiza una selección adecuada del color, cuando pasa el tiempo, puede notarse como el color cambia de forma brusca, dando como resultado unas cejas poco estéticas.
  • Duración. Este tratamiento suele durar alrededor de un año, después de esto requerirás de un retoque.

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